Esta tenía que ser la crónica de un feliz encuentro, buenos amigos amantes de la buena mesa que se reúnen en un paraje idílico a pasar una jornada maravillosa. No era la primera vez que Héctor Molina hacía de catalizador para que al abrigo de su finca y sus buenos productos pudiésemos compartir un maravilloso día de sabor y amistad.
Buenos amigos reunidos por Héctor Molina
Un día donde un reconocido chef como Quique Dacosta, tres Estrellas Michelín, derramaba una lagrimita de satisfacción tras la primera cucharada de la paella que siempre preparaba Pepe Cabanes, El Dimoni. Un día que nos cabía el honor y el privilegio de regar tan excelsos manjares con nuestros mejores vinos.
Quique Dacosta interesado por nuestra etiqueta
Nuestro tinto crianza en buenas manos
Quique Dacosta con nuestro gerente, Sergio Garrido
Sin embargo, poco podíamos sospechar que será el último en el que disfrutásemos de la rica paella de Pepe El Dimoni, de su fino humor, de su sabiduría y de su grata compañía. Pues nos dejó de modo fulminante pocos días después.
Pepe El Dimoni dando una lección a Quique Dacosta
Seguramente habrá nuevos encuentros parecidos, en el mismo lugar, con los mismos o nuevos amigos, con nuestros vinos o los de otros, pero la lagrimita de Quique Dacosta no será ya por la lección gastronómica de Pepe El Dimoni, sino por su irremplazable presencia.
Las paellas de Pepe El Dimoni causaban admiración